Cárcamo de Dolores
El Cárcamo de Dolores (también llamado “del Lerma”) es una obra hidráulica ubicada en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, de la que destaca el conjunto arquitectónico integrado por el edificio obra del arquitecto Ricardo Rivas, en su interior el mural originalmente subacuático de El agua, origen de la vida del muralista mexicano Diego Rivera, la instalación artística Cámara Lambdoma, de Ariel Guzik; y en su exterior la Fuente de Tláloc, también de Rivera.
El edificio se construyó en 1951, para conmemorar el final de las obras del Sistema Lerma, que aún abastecen a la Ciudad de México de agua potable y pasan por el lugar aunque desviados del propio edificio, como originalmente se concibió. Actualmente es parte del Museo de Historia Natural.
Historia de Cárcamo de Dolores
Toma aérea del cárcamo, fecha desconocida.
Remates de los tanques de almacenamiento.
Elementos de la fuente de los tanques de almacenamiento, semejante a las gárgolas-remate del cárcamo.
Hacia 1941 se proyectó la Etapa 1 del Sistema Lerma, una solución hidráulica para abastecer de agua a los habitantes de la ciudad, particularmente los de la zona noroeste.
El sistema lleva las aguas de la cuenca del Río Lerma en el Valle de Toluca hacia la Ciudad de México.
Ello representó la construcción del túnel Atarasquillo Dos Ríos, una estructura de 2.5 metros de diámetro que atravesó la Sierra de las Cruces hacia el Valle de México.
El sistema culminaba en la actual zona de Chapultepec. El conjunto fue concebido por Rivera, Ricardo Rivas y el ingeniero Eduardo Molina, con el fin de integrar arte público a un edificio funcional y crear un concepto integral basado en el uso del agua en la cultura mexicana, referencias al arte de las culturas mesoamericanas, y la celebración del esfuerzo tecnológico.
Vista completa del Cárcamo de Dolores
Por ello, el pintor plasmó un mural en un túnel que conduce a una gran tanque que se encuentra al centro del edificio y por donde “entraban” simbólicamente las aguas provenientes del Sistema Lerma hacia los grandes Tanques de Almacenamiento, que tienen remates de estilo neoclásico que funcionan como respiraderos y la Cámara Baja, ambos construidos a principios del siglo XX a un costado del edificio, que aprovechando la altura de su emplazamiento, aprovecharon el efecto gravitatorio para la distribución del líquido hacia la capital.
Dichos tanques serían decorados posteriormente en la década de los sesenta por el arquitecto Leónides Guadarrama, añadiendo en su circunferencia, fuentes en forma de serpiente inspiradas en la misma estética del cárcamo.
El mural de Rivera dentro del conjunto fue restaurado en 1992, y a partir de 2008, el Cárcamo y su conjunto fueron restaurados integralmente.
Conjunto
Edificio
Remates-gárgola del edificio.
El edificio es obra del arquitecto Ricardo Rivas, de estilo funcionalista, con elementos inspirados y abstraídos en la arquitectura mesoamericana, notable en los cuatro remates-gárgola alusivos a Quetzalcóatl.
Según la especialista Louise Noelle, el cárcamo se asemeja a un “templo clásico “anfipróstilo”, con una serie de columnas in antis al frente y en la parte posterior, que protegen a la cella o naos, donde se enseñorea la diosa agua”.
Fue proyectado inicialmente para ser decorado en su totalidad, incluidos muros, pechinas y tambor de la cúpula que remata el edificio y amplificó el sonido de las aguas corrientes provenientes del Lerma en todo el edificio, pero Rivera solo logró terminar la pintura en el tanque subacuático y la fuente exterior.
Rivas, integrante de la Unión de Arquitectos Socialistas y miembro del Partido Comunista Mexicano fue un arquitecto con pocas obras en la ciudad de México, partidario de las soluciones arquitectónicas pensadas en la clase obrera.
Es muy probable que el vínculo entre Rivas y Rivera haya ocurrido por su militancia de izquierda.