Mercado de la Merced
El mercado de la Merced se encuentra en el extremo oriente del centro histórico de la Ciudad de México y es el mayor mercado minorista de alimentos tradicionales en toda la ciudad.
La zona en que está ubicado, también llamada barrio de la Merced, ha sido sinónimo de actividad comercial desde principios del período de la Colonia, cuando llegaron comerciantes de otras partes de la Nueva España.
En una época, casi todo el barrio estaba lleno de puestos de mercado y en la década de 1860 se decidió construir un mercado permanente en los terrenos del antiguo Convento de la Merced.
En la primera mitad del siglo XX, este mercado fue el principal mayorista para toda la ciudad. Esto terminó cuando la Central de Abasto fue inaugurada en la década de 1980, pero la Merced sigue siendo el mayor mercado minorista tradicional.
El área que rodea el mercado también es conocida por la prostitución flagrante que ocurre a cualquier hora del día y de la noche. Se estima que aproximadamente un tercio de las trabajadoras sexuales son menores de edad.
Se puede entrar al mercado a través de la entrada de la estación del metro Merced, de la línea 1 del Metro de la Ciudad de México.
Historia
Puesto de venta de chiles secos
El nombre la Merced es sinónimo de comercio en la ciudad. El mercado y el barrio están situados en el extremo oriental de la disposición que adquirió originalmente la Ciudad de México después de la llegada de los españoles.
Aquí fueron llegando muchos comerciantes de cerca y de lejos con sus mercancías. El mercado toma su nombre del barrio de la Merced, que a su vez fue nombrado así después de que se estableciera el monasterio de Nuestra Señora de la Merced de la Redención de los Cautivos en 1594, que era llamado coloquialmente el Convento de la Merced.
La mayor parte de este monasterio ha desaparecido, queda solo el claustro con decoración plateresca.
El barrio es antiguo y tiene historias y leyendas, tales como los susurros de doña Esperanza Goyeneche de García Ruiz, quien murió trágicamente aquí. Otra leyenda narra que un jefe indígena que recibió dinero para ser espía de los españoles y fue descubierto; se dice que se quedó quieto, sin volver a moverse, hasta que murió de tristeza.
A finales del siglo XVIII, casi todo el barrio era un gran mercado, que creció cuando los mercados de la zona del Zócalo fueron desterrados alrededor de la misma época. En el siglo XIX, el famoso Circo Orrín, con el primer payaso mexicano, Ricardo Bell, de Pachuca, se instalaba regularmente cerca de este mercado.
En la década de 1860, se decidió ubicar al mercado bajo un mismo techo y se construyeron los edificios en los terrenos del antiguo monasterio.
En 1863, se construyeron los primeros edificios permanentes. A principios del siglo XX, la Merced fue el principal mercado al mayoreo y menudeo de la Ciudad de México, especialmente de productos alimenticios.
Continuó siendo el mercado mayorista de la ciudad durante el período posterior a la Revolución Mexicana hasta aproximadamente la década de 1960.
Por ese tiempo se creó la Central de Abasto al sur de la ciudad, para tomar el relevo y modernizar la venta al por mayor de productos alimenticios, especialmente vegetales y carne.
La Merced sigue siendo el mayor mercado minorista tradicional de la Ciudad de México para una amplia variedad de productos de uso diario, tales como frutas, verduras, carne, aves de corral, juguetes, ropa, flores, dulces y más.
60 aniversario de “La Merced”
En 1988, un puesto que vendía fuegos artificiales explotó en la Merced, y murieron 61 personas.
En 1998, un incendio destruyó dos terceras partes de la sala principal del mercado, junto con 572 puestos de venta de zapatos, chiles secos, frutas, verduras y piñatas en la madrugada del 4 de mayo; no hubo muertos o heridos y se sospechó que la causa fue el cableado defectuoso. Les tomó más de tres horas a más de 100 bomberos controlar el fuego.
La madrugada del 27 de febrero de 2013, otro incendio destruyó más de 7,000 metros —alrededor del 70%— de la nave mayor; a pesar de que afectó a 2000 locales, solamente causó daños materiales.
Días más tarde los peritos dictaminaron que el incendio se debió a un sobrecalentamiento originado por conexiones eléctricas irregulares.
El 25 de enero de 2014, por causas similares, se incendió de nuevo el mercado, esta vez quedaron destruidos alrededor de 400 puestos y 16 personas resultaron intoxicadas.
Durante mucho tiempo se ha hablado de una remodelación progresiva, que incluyese una modernización de todos los sistemas e infraestructura del mercado y sus naves correspondientes; sin embargo, por diferencias entre locatarios y gobierno y corruptelas este proyecto ha sido pospuesto una y otra vez. Un caso similar ocurre en el apartado de dulces y artículos de fiestas, que incluso cerró sus dos pasos peatonales subterráneos por las mismas causas.
Se ha anunciado un plan a largo plazo que incluye una reorganización de la zona, mejoras en la conectividad urbana, autosuficiencia y otras tareas que servirían para recuperar la sustentabilidad, habitabilidad y mejora de imagen urbana para esta zona de la ciudad.