Tzintzuntzan Michoacán. El Día de Muertos se acerca, y un Pueblo Mágico en donde el misticismo de la fecha adquiere una dimensión mayor es Tzintzuntzan, Michoacán. Esta enigmática localidad, que ha florecido a orillas de las cálidas aguas del Lago de Pátzcuaro, fue la capital del imperio purépecha, por lo que aún se conservan muchos de los rasgos y tradiciones de esa población prehispánica.
Imágenes de fotos de Tzintzuntzan Michoacán
El tranquilo poblado compuesto por hermosas calles empedradas y casas de teja colorada son una invitación única para dejarse sorprender de cada encantador rincón que aguardan a la vuelta de una esquina, mientras descubres la hermosa artesanía local.
Si bien se espera que esta temporada el Día de Muertos se celebre con distintas medidas de seguridad, debido a la pandemia, Tzintzuntzan —junto con el resto de los pueblos que rodean el lago— lleva a cabo cada año una de las celebraciones más grandes y famosas de Michoacán.
De noche, el panteón de este Pueblo Mágico se impregna de la fragancia de la flor de cempasúchil y se decoran las tumbas con flores y comida.
Cada 1 de noviembre, muchas canoas parten del embarcadero de estos pueblos para navegar a la Isla de Janitzio, en una noche que se vuelve única e imborrable en la memoria. Ésta es una de las experiencias que se deben vivir al menos una vez en la vida, para comprender la profundidad y espiritualidad que conlleva esta tradición mexicana.
Pero este destino es más que una conmemoración. Durante todo el año es posible visitarlo para descubrir su imponente Convento Franciscano, fundado por el primer obispo de Michoacán Vasco de Quiroga. Su importancia es tal que ahí se celebró la primera misa del estado, y desde esta edificación se inició la primera evangelización.
Si ya estás en este Pueblo Mágico debes aprovechar la estadía y conocer Yácatas, la zona arqueológica que conserva enigmas de una cultura que dominó este territorio desde el siglo XII.
O lanzarte a la aventura de explorar las poblaciones cercanas, como Santa Fe de la Laguna o las islas de Tecuena, Yunuén y Pacanda, mientras te sorprenden los hermosos paisajes que se descubren desde una embarcación que circunda de forma acompasada el encantador Lago de Pátzcuaro. Éste regala postales inolvidables de los pescadores tendiendo sus redes durante las primeras horas de la mañana.