Tlaltenango de Sánchez Román
Es uno de los municipios con mayor potencial de crecimiento e inversión, tiene abundante agua y tierras propicias para la siembra, industria y comercio.
Historia
Conquista de Tlaltenango expresado en el lienzo de Tlaxcala.
En 1530, el Valle de Tlaltenango se encontraba poblado por indígenas caxcanes, organizados en el llamado Señorío de Tlaltenango que labraban la tierra al bordo del río y seguramente se suplían de la abundancia de flora y fauna de las sierras que rodean al valle.
El significado de Tlaltenango en la lengua caxcana–la tierra amurallada–alude a este paisaje montañoso del valle.
Entre esos muros de montañas, la Sierra del Mixtón al oriente y la de Tepeque al poniente, pasaron Nuño Beltrán de Guzmán y sus soldados, dejando, según el historiador Peter Gerhard, “un sendero de cadáveres, destruyendo casas y sementeras, llevándose a los barones que sobrevivían como esclavos y dejando a las mujeres y niños a morir de hambre.”
El cuadro 61 del Lienzo de Tlaxcala describe una batalla en la cual los caxcanes de “Tlaltenapa” defendían sus tierras contra los españoles y sus aliados tlaxcaltecas.
Las memorias de este primer contacto con los españoles deben haber trastornado a los moradores de Tlaltenango y sus cercanías.
Tanto fue el trastorno que desde sus montañas cerca de El Teúl, en 1531 lanzaron un ataque contra los españoles que intentaban construir un pueblo llamado La Villa de Espíritu Santo de Guadalajara cerca de lo que hoy es Nochistlán.
La Villa de Guadalajara quedó destruida y a los españoles les toco reconstruirla tres veces antes de que finalmente sobreviviera el pueblo en su ubicación actual–el Valle de Atemajac–donde se construyó en 1542.