Querétaro
Vive un encuentro con la historia, naturaleza y aventura en el estado de Querétaro.
Ubicado muy cerca de la Ciudad de México, en la región centro-norte del país, es una excelente opción para realizar actividades al aire libre, conocer lugares que marcaron la historia de México y sacar tu lado más intrépido entre montañas.
En el Centro Histórico de Santiago de Querétaro, la capital, te aguardan impresionantes construcciones de estilo virreinal que le han valido la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Recorre la zona arqueológica el Cerrito en el municipio de Corregidora, que se llegó a considerar como el centro ceremonial más importante del Bajío.
En la región encontrarás la ruta del queso y el vino en el Pueblo Mágico de Tequisquiapan, donde también hay balnearios y parques acuáticos para pasar un fin de semana relajante.
Si eres amante del turismo de aventura y el contacto con la naturaleza debes visitar la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda, ideal para acampar, practicar ciclismo de montaña, escalada y senderismo. En San Juan del Río podrás admirar el paisaje desde lo alto, en un paseo por globo aerostático.
Otra maravilla del estado es la imponente Peña de Bernal, que se considera como el tercer monolito más grande del mundo.
Se encuentra en el Pueblo Mágico de Bernal, donde además podrás disfrutar de la tranquilidad de sus calles y probar deliciosos platillos de la cocina local, entre los que destacan las gorditas de maíz martajado y las natillas.
En Querétaro se viven las experiencias más placenteras. ¡Visítalo!
Historia
El territorio que hoy ocupa el Estado de Querétaro fue habitado por otomíes y purépechas, siendo estos últimos los dominantes. Había también una pequeña presencia de tribus nómadas llamadas chichimecas (pames y jonaces).
Hay algunos sitios arqueológicos que datan de este tiempo como El Cerrito en Corregidora, y los sitios de Ranas y Toluquilla en la Sierra Gorda.
Este Estado fue habitado en 1446 por indígenas otomíes y tarascos, convirtiéndose en los dominios del señor de los purépechas.
La tradición menciona que el 25 de julio de 1531 se fundó Querétaro con la llegada de los españoles al mando de Hernán Pérez Bocanegra y Córdoba, en una alianza con el indígena otomí Conín que era el cacique de Jilotepec.
A la entrada de la ciudad se encuentra el monumento a este cacique otomí en piedra de cantera negra dando la bienvenida a sus visitantes.
La ubicación fue elegida tomando en cuenta el lugar donde el 23 de julio de 1531 Conin organizó a su ejército para entrevistarse con los capitanes Lobo y Coyote de las fuerzas chichimecas que se oponían al avance de la colonización.
Aunque en el territorio queretano se han encontrado rastros de pobladores olmecas y huastecos, las huellas nativas más recientes fueron de chichimecas, otomís – que llamaban a estas tierras el lugar de las Peñas Grandes- y purépechas- que las conocían como el Lugar del Juego de Pelota.
A la llegada de los españoles, solamente los pames y los jonaces – ambos grupos chichimecas- opusieron resistencia a la ocupación.
Las otras tribus indígenas aceptaron de buen grado participar en las empresas materiales y espirituales que iniciaban los conquistadores en esta región.