Museo nacional de antropología ciudad de méxico
Es uno de los recintos museográficos más importantes de México y de América. Está concebido para albergar y exhibir el legado arqueológico de los pueblos de Mesoamérica, así como para dar cuenta de la diversidad étnica actual del país.
El edificio actual del MNA fue construido entre 1963 y 1964 en el Bosque de Chapultepec por instrucción del presidente Adolfo López Mateos, diseńado por Pedro Ramírez Vázquez y asistido por los arquitectos Rafael Mijares y Jorge Campuzano.
El presidente Adolfo López Mateos lo inauguró el 17 de septiembre de 1964.
Actualmente, el edificio del MNA posee 22 salas de exposición permanente, dos salas de exposiciones temporales y tres auditorios. En su interior se encuentra la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
La colección del Museo Nacional de Antropología está conformada por numerosas piezas arqueológicas y etnográficas provenientes de todo México.
Entre algunas de las piezas más emblemáticas de la colección se cuenta la Piedra del Sol que es el corazón mismo del museo, las cabezas colosales de la cultura olmeca, las monumentales esculturas teotihuacanas dedicadas a los dioses del agua, la tumba de Pakal, las ofrendas funerarias de Monte Albán, las estelas de Xochicalco, así como un atlante tolteca traído desde Tollan-Xicocotitlan y el Monolito de Tláloc que custodia la entrada al museo.
El MNA constituye uno de los principales sitios de interés turístico de México. Atrae cada año a más de dos millones de visitantes. El museo es uno de los museos más grandes del continente.
Historia
Patio del museo, inspirado en el Cuadrángulo de las Monjas de Uxmal.
Desde la época prehispánica, los nahuas se interesaron por las civilizaciones que les precedieron. Por ello, se acercaban a sitios arqueológicos y pirámides, realizaban excavaciones y recuperaban objetos, estatuillas o máscaras.
Además, las transformaban y reutilizaban, puliendolas, pintandolas o añadiéndoles otros elementos característicos de su propia cultura o religión.
A finales del siglo xviii los documentos que formaban parte de la colección de Lorenzo Boturini fueron depositados, por orden del virrey de Bucareli, en la Real y Pontificia Universidad de México.
Allí se albergaron también las esculturas de la Coatlicue y la Piedra del Sol, lo que inició la tradición museográfica en México.
El 25 de agosto de 1790 fue inaugurado el primer Gabinete de Historia Natural de México, montado por el botánico José Longinos Martínez (ese gabinete ya desaparecido es el actual Museo de Historia Natural de México) y fue en medio de este ambiente que surgió la idea que constituir una junta de antigüedades con la finalidad de proteger monumentos históricos.
A partir del siglo xix México fue visitado por hombres ilustres de ciencia, como fue el caso del barón Alejandro de Humbolt, quienes difundieron el valor artístico e histórico de los monumentos prehispánicos, logrando que en 1825, por decreto del presidente de la República Guadalupe Victoria, asesorado por el historiador Lucas Alamán, se fundara el Museo Nacional Mexicano como una institución autónoma.
Para el año de 1865, el emperador Maximiliano de Habsburgo ordenó el traslado del Museo al edificio ubicado en la calle de Moneda 13, donde había estado la Casa de Moneda.
Monolito de Tláloc sobre la avenida Paseo de la Reforma
A partir de 1906 el crecimiento de las colecciones alentó a Justo Sierra para dividir el acervo del Museo Nacional, fue así como las colecciones de historia natural pasaron al hermoso edificio del Chopo, construido especialmente para albergar exposiciones permanentes.
El Museo recibió entonces el nombre de Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía y fue reabierto el 9 de septiembre de 1910, en presencia del presidente Porfirio Díaz.
En el año de 1924 el acervo del Museo se había incrementado hasta 52 mil objetos y se había recibido a más de 250 mil visitantes, por lo que se le concedió el derecho de voto para la adjudicación del Premio Nobel y se le consideró uno de los museos más interesantes y de mayor prestigio del mundo.
El 13 de diciembre de 1940, por decreto, se trasladaron las colecciones de historia al Castillo de Chapultepec, y el Museo cambió su nombre por el actual: Museo Nacional de Antropología.
La construcción del actual Museo se inició en febrero de 1963, en el Bosque de Chapultepec.
Como ya se mencionó en el apartado de Arquitectura, el proyecto estuvo coordinado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y asistido por los arquitectos Rafael Mijares y Jorge Campuzano.
Con motivo de la inauguración del Museo Nacional de Antropología, la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargó al compositor Carlos Chávez la creación de una pieza musical que se tituló “Resonancias” y fue estrenada el mismo día de la inauguración del Museo Nacional de Antropología.
La construcción del proyecto duró 19 meses y el 17 de septiembre de 1964 fue inaugurado por el presidente Adolfo López Mateos, quien declaró:
“El pueblo mexicano levanta este monumento en honor de las admirables culturas que florecieron durante la era Precolombina en regiones que son, ahora, territorio de la República. Frente a los testimonios de aquellas culturas, el México de hoy rinde homenaje al México indígena en cuyo ejemplo reconoce características de su originalidad nacional.”
Arquitectura
Estructura del paraguas.
Originalmente, el museo se encontraba en la antigua Casa de la Moneda, ubicada en la calle del mismo nombre en el Centro Histórico, hasta que el Presidente Adolfo López Mateos decide cambiar la colección a un recinto nuevo, el cual se emplazó en “un terreno triangular y deforestado perteneciente al Ministerio de Comunicaciones y ubicado en los márgenes del Bosque de Chapultepec…”.
A instancias de Jaime Torres Bodet, quien entonces era secretario de Educación Pública, se asigna el proyecto arquitectónico al Arq. mexicano Pedro Ramírez Vázquez, cuya obra fue ejecutada por los arquitectos Ricardo de Robina, Rafael Mijares y Jorge Campuzano Fernández.
Se inauguró el 17 de septiembre de 1964, un mes y medio antes de que López Mateos dejara el cargo, en el marco del Programa Nacional de Museos planteado por Torres Bodet, donde paralelamente también se inauguró el Museo de Arte Moderno.
En la museografía se contemplaron la organización sociopolítica, arte, magia, religión, matemáticas, astronomía, medicina, escritura, urbanismo e ingeniería de las diferentes culturas.