Laguna madre, Tamaulipas
Galería de fotos de Laguna madre, Tamaulipas
Servicios y Actividades:
- Restaurante.
- Belleza natural.
- Observación de aves.
- Pesca deportiva.
A Laguna Madre es una vasta extensión de agua salada, abierta al Golfo de México, donde desembocan varios ríos.
Tiene una extensión de aproximadamente 230 km de longitud, que al norte principia en Ramireño (cerca de Matamoros) y termina al sur en La Pesca (aunque algunos mapas la marcan en Tepeguajes). A todo lo largo de su costa existen infinidad de pequeñas aldeas de pescadores.
Casi nada se sabe de sus riquezas inadvertidas. Pocos estudios se han hecho que no sea sobre sus aguas; los datos históricos son escasos y nadie habla de la flora y fauna que habita en sus riberas o en sus numerosos médanos que colindan con el Golfo de México.
Pese a ser considerada como una laguna de agua salada por sus fronteras abiertas al mar, son varios los ríos que desembocan en ella, siendo el Concho y el Soto La Marina los más importantes.
La historia de la Laguna Madre se puede dividir en dos partes: antes de secarse y cuando se abrió de nuevo. Por décadas esta porción lacustre fue el sustento de muchas familias cuyos hombres se dedicaban a la explotación de la rica fauna marina ahí existente, pero por alguna causa que nadie sabe o quiere recordar, la laguna se secó por completo, acabándose así el modo de ganarse la vida de quienes no conocían otra forma de trabajar.
La mayoría de ellos eran nativos de Tamaulipas y se vieron obligados a emigrar a las ciudades o al campo para empezar una nueva vida, con un nuevo empleo y nuevas esperanzas para sus descendientes.
Así pasaron los años hasta que un huracán –el Behula (17 de septiembre de 1967)– llegó arrasando las costas del estado y abrió la laguna de nuevo, inundándola de agua y de cientos de especies, reactivando la actividad pesquera.
Sin embargo, aquellos tamaulipecos ya no regresaron. En esta ocasión fueron en su mayoría gente del norte de Veracruz que, acostumbrados y conocedores de las vicisitudes del oficio, pronto se aclimataron y comenzaron a explotar una de las muchas riquezas del país.
Hay partes muy bellas en la laguna, lugares escénicos que invitan al descanso, a la fotografía, a caminar o a correr, al deporte de la pesca o la caza, etcétera.
Se come bien en los pequeños restaurantes o cocinas particulares. Gran variedad de pescados y mariscos, que en la ciudad serían costosos manjares, adornan cada día las humildes mesas de esa gente sencilla y trabajadora.