Cultura mixteca
¿Qué fue la cultura mixteca?
La cultura mixteca o civilización mixteca fue una de las más antiguas culturas precolombinas mesoamericanas, antecesora del actual pueblo mixteca mexicano.
Floreció al sur del actual territorio de México. Su época de esplendor terminó en el siglo X, pero el pueblo mixteca sobrevivió hasta su encuentro con los conquistadores españoles en el siglo XV.
La cultura mixteca compartió muchos rasgos con sus vecinos zapotecos, junto a quienes se llamaban a sí mismos como “pueblo de la lluvia”. Sin embargo, cada una de estas culturas emprendió su camino distinto, a medida que se integraban a la compleja red de relaciones panmesoamericanas de la época.
Su apogeo fue durante el Período Clásico Mesoamericano (200 d. C. hasta 900 d. C.). El mismo estuvo de algún modo vinculado al de importantes centros urbanos como Teotihuacán y Monte Albán.
A juzgar por los rastros arqueológicos, su decadencia se produjo debido a un proceso de balcanización de la zona, o sea, de desintegración en culturas aisladas y enemistadas. Esto los hizo vulnerables a la presión de parte del Imperio azteca primero y luego de los conquistadores españoles.
Historia
Los mixtecos son uno de los pueblos más antiguos de Mesoamérica. Su lengua pertenece al grupo de lenguas mixtecanas, emparentadas con el zapoteco y el otomí.
Existen indicios de ocupación humana en la Mixteca desde el quinto milenio antes de la era cristiana; sin embargo, sólo después del desarrollo de la agricultura en Mesoamérica inició el proceso que dio origen a la cultura mixteca prehispánica.
Alrededor del tercer milenio antes de la era cristiana aparecieron los primeros poblados agrícolas en la región, cuya economía estaba basada en los cuatro cultivos básicos mesoamericanos: el chile, el maíz, el frijol y la calabaza.
Dos mil años más tarde, en pleno período Preclásico Medio, la Mixteca fue el escenario de una revolución urbana, donde los núcleos de población crecieron y se integraron en la amplia red de intercambios que unió a los pueblos mesoamericanos.
Como la mayor parte de las sociedades mesoamericanas, los mixtecos no formaron una unidad política en la época prehispánica, sino que estaban organizados en pequeños Estados compuestos por varias poblaciones enlazadas por relaciones jerárquicas.
La historia de la Mixteca en el Preclásico y el Clásico es poco conocida, sobre todo en relación con otros pueblos mesoamericanos contemporáneos o con la época de florecimiento de la Mixteca, correspondiente al Posclásico.
En esa época ocurrió la emergencia del expansionismo de Tututepec, una ciudad fundada por Ocho Venado que llegó a dominar un amplio territorio entre la Mixteca de la Costa y la Mixteca Alta, al tiempo que estableció una serie de alianzas con algunos Estados del centro de Mesoamérica.
Salvo casos aislados, como el de Tututepec, la mayor parte de la Mixteca fue ocupada de modo pacífico por los españoles a partir de la segunda década del siglo xvi.
Cultura
Lengua y escritura
Con la llegada de los españoles, los Mixteca ya hablaban numerosas variedades del idioma mixteco, ya para ese entonces con diversos grados de inteligibilidad mutua.
De acuerdo con Spores (1967 y 2007) hacia el Preclásico la lengua hablada en la región era el idioma protomixtecano, del que derivan no solo todas las lenguas mixtecas conocidas en la actualidad, sino también el triqui, que hablan los miembros del pueblo homónimo en la parte meridional de la Mixteca Alta.
Los grados de divergencia entre las numerosas lenguas mixtecas de la actualidad son producto de la historia de sus hablantes: por ejemplo, según análisis glotocronológicos, la variedad costeña del mixteco se separó del mixteco nuclear de las tierras altas hacia el siglo x u xi, lo que coincide con la tardía colonización de la Costa Chica por parte de los mixtecos.
Escritura
Como casi todas las sociedades mesoamericanas, los mixtecos desarrollaron un sistema de escritura. Los primeros indicios del uso de la escritura en el área mixteca corresponden a la Mixteca Alta, en el Preclásico Tardío (ss. V a. C.-I d. C.). En Huamelulpan se han localizado algunos dinteles con inscripciones calendáricas que podrían ser los nombres de algunos dirigentes de la antigua ciudad mixteca. Sin embargo, estas inscripciones se encuentran realizadas en el sistema zapoteco de escritura.
A partir del cual se originaron los varios sistemas empleados más tardíamente en el centro de Mesoamérica hacia el Clásico y el Posclásico.
El florecimiento de la Mixteca Baja en el Clásico trajo también el desarrollo de la escritura ñuiñe, aunque su semejanza con la escritura zapoteca de Monte Albán complica la identificación de su área de difusión.
Religión
En esta imagen del Códice Vindobonensis, Dzahui baña de lluvia a Nueve Viento-Coo Dzahui. Dzahui fue la principal divinidad de los mixtecos en la época prehispánica. Nueve Viento es el nombre calendárico de la Serpiente Emplumada entre los mixtecos. El culto a las piedras de Dzahui, o Savi, como se pronuncia actualmente, continúa en algunas zonas de la Mixteca.
La religión era una esfera importante en la vida de los mixtecos de la época prehispánica. Uno de los atributos de los yaha yahui era el sahumador, cuyas representaciones aparecen con frecuencia en los códices. En la imagen un sahumador mixteco de cerámica. Procede de la Mixteca Alta, período Posclásico, colección del MNA.
Los mixtecos de la época prehispánica tuvieron una religión animista. De acuerdo con la información que se ha obtenido de los documentos pictográficos producidos por este pueblo, la proveniente de fuentes históricas coloniales y del análisis de la evidencia arqueológica, se puede decir que comparte con otras religiones mesoamericanas algunos rasgos muy característicos, entre ellos, la creencia en un principio dual primigenio que dio origen al mundo como se le conoce. Otro rasgo común entre la religión mixteca y el resto de las religiones mesoamericanas es la creencia en que el mundo ha sido creado y destruido en varias ocasiones.
De acuerdo con el Códice Vindobonensis, Uno Venado-Serpiente de Jaguar y Uno Venado-Serpiente de Puma crearon a los primeros seres del mundo, los ñuhu (AFI: [ɲuʔu]), que ayudaron a ordenarlo. Todos los seres de la primera creación fueron petrificados cuando el Sol venerado en la Mixteca con los nombres de Yya Ndicahndíí y Taandoco se elevó sobre el firmamento, aunque algunos de ellos se refugiaron en las cuevas y no perecieron.
Los ñuhu encarnaban a los elementos mismos de la naturaleza: el fuego, el viento, el agua, la tierra, la vegetación, la fauna. Como se creía que algunos de ellos se refugiaron en las cuevas para no ser petrificados, uno de los elementos distintivos de la religión mixteca era el culto a las montañas y en las cavernas.
Algunas de ellas eran y siguen siendo destino de peregrinaciones piadosas de los mixtecos, entre las más conspicuas de estas galerías subterráneas se encuentran las grutas de Chalcatongo en la Mixteca Alta, donde se encontraba el santuario de Nueve Hierba, la diosa de la muerte de los mixtecos.
Artes
Vasija policroma de estilo códice. Cultura mixteca, procede de Xayacatlán (Puebla), período Posclásico Tardío (siglos XII-XVI d. C.), forma parte de la colección del Museo Nacional de Antropología (México).
El arte mixteco prehispánico está ampliamente relacionado con la religión y el culto, algunas de las piezas más suntuosas estaban destinadas a los altares de los templos o para usos rituales.
Sin embargo, también hay otros objetos que fueron usados por la élite política y religiosa y que estaban destinados al disfrute cotidiano.
La mayor parte de las piezas artísticas mixtecas que se conocen en la actualidad corresponden al Período Posclásico (ss. X-XVI), que es también el de mayor apogeo en La Mixteca y la mayor parte de él.
La sociedad mixteca favoreció el desarrollo de las artes menores, alcanzando un preciosismo notable en el marco de la severidad del arte mesoamericano.
El débil desarrollo de la arquitectura y la escultura en piedra, particularmente cuando se compara a los mixtecos con los pueblos vecinos como los zapotecos, hizo pensar a Barbro Dahlgren que los artistas de este pueblo se dedicaron simplemente a recoger las tradiciones artísticas de las culturas anteriores.