Casa del Conde Rul y Valenciana
Frente a la Plaza de la Paz se alza una de las construcciones más emblemáticas de Guanajuato, un edificio de corte neoclásico que debe su origen justo a la vocación minera de la capital del estado del mismo nombre, se trata del museo de la Casa del Conde Rul, un lugar mágico entre tantas edificaciones que hacen de la ciudad un destino patrimonio de la humanidad. Casa del Conde Rul y Valenciana
Hoy es un museo que alberga las exposiciones más relevantes del país, en su momento durante el siglo XIX fue símbolo de la riqueza de su propietario Diego Rul, un malagueño que recibió el título de Conde el 26 de agosto de 1804, y fue esposo de doña Ignacia Obregón, hija de don Antonio de Obregón, descubridor de la mina de La Valenciana, por aquel entonces una de las más importantes del país.
Esta mansión que se atribuye su edificación y diseño al celayense Francisco Eduardo Tresguerras fue concluida entre los años de 1800 y 1802, estaba provista de sótano, aljibe, oratorio y grandes salones; tiene dos entradas: una por la Plaza Mayor y otra que queda al nivel del segundo piso por la calle de Positos.
Aunque también se dice que fue proyectada y dirigida por los arquitectos Esteban González y José del Mazo y Avilés, que también participaron en la edificación de la Alhóndiga de Granaditas.
Forma parte del conjunto de mansiones y edificios coloniales que se apilan por el corredor que va del Teatro Juárez hasta la Plaza de la Paz, que son el reflejo de lo próspero que fue Guanajuato durante esta época en la que la minería y el comercio dejaron dividendos importantes para la ciudad.
Se levantó sobre el terreno que ocupaba la casa paterna del Marqués de San Clemente, don Francisco Matías de Busto y Moya Jerez y Monroy, quien para mantener viva la memoria de esta casa, no le quiso hacer modificaciones al edificio.
“La casa se concluyó entre 1800 y 1802 es una construcción que está dividida en dos plantas y está situada en una de las plazas principales de Guanajuato a un lado de lo que ahora es el Palacio de los Poderes y en camino al Teatro Juárez”, dijo la directora de Museos del Instituto Cultural del Estado de Guanajuato, Karenia Hernández.
Sus magníficas habitaciones que hoy albergan importantes piezas de la plástica en exposiciones temporales, fueron recientemente intervenidas para que el edificio recobrara su belleza original pues de funcionar como sala de prensa para el Festival Internacional Cervantino y hasta como oficinas de gobierno, en la pasada administración se apostó por convertir el recinto en un sitio destinado a las artes plásticas y visuales, como en su momento se hizo con el Palacio Legislativo que se encuentra a unos metros del lugar convertido en museo de sitio. Casa del Conde Rul y Valenciana
Sobre la casa existen muchas leyendas; entre otras una que narra el por qué su esposa doña Ignacia se rehusaba a salir por la puerta frontal de la casa pues se dice que el Conde de Rul era propicio a dejarse llevar por las mieles de otros amores, y sus relaciones causaron el escándalo en la sociedad de aquel entonces a grado tal que “debido a sus conocidos amoríos con otras mujeres, su esposa evitaba salir por la puerta principal de la casa para rehuir las burlas de la gente.
Esto dio pie a que el callejón sea conocido con su título nobiliario, es decir como el callejón de la Condesa” según información dada a conocer por el Instituto de la Cultura. “De la Casa del Conde se dicen muchas cosas, se dice por ejemplo que el Conde nunca vivió en esta casa lleva su nombre y de hecho hubo una controversia en los guanajuatenses sobre por qué tendría que llamarse así si nunca vivió ahí el conde” añadió la Directora de Museos.
El último hecho relevante ocurrido en esta casa antes de ser museo, fue el mensaje dado a los mexicanos por el Papa Emérito Benedicto XVI durante su viaje misionero a México en 2012, desde el balcón de la casa, en su interior se reunió con el ex Presidente Felipe Calderón.
Museo sin igual Está conformado en su primer nivel por un patio central y cinco salas: Francisco Eduardo Tresguerras, en honor a su arquitecto, Galería, Hacienda, Bohemia y Sala Noble.
Al ascender por la amplia escalera de cantera rematada por unos pasamanos de piedra labrada, el espectador podrá sumergirse en su belleza y conocer las salas de exhibición: Sala Rul, Sala Real, Sala Carlos III, Sala Capilla y el Comedor. “La casa tiene como seña muy particular una Capilla doméstica como es el caso del Museo del Pueblo que forman parte de las casas que eran de nobles, todavía en la casa se conserva algo de la herrería y de la cantera original y obviamente la casa está marcada con el escudo del Conde en la Fachada”, dijo la Directora de Museos.